Tipos de Parquet

Es importante poder diferenciar los distintos tipos de suelo de parqué disponibles en el mercado, y elegir el que mejor se adapte a nuestros gustos, necesidades y presupuesto. En el uso cotidiano, reciben el nombre de parquet tipos de suelo muy diferentes, que muchas veces no se corresponden con la definición exacta de este término. No todos los parqués son iguales, ni todos los parqués lo son en sentido estricto, así que vamos a intentar apreciar las diferencias.

Los suelos de parquet se pueden clasificar de dos maneras: en función del material con el que se fabrican y según el sistema de instalación. Si atendemos al material de fabricación, nos encontramos en primer lugar con el parquet de madera natural. El ancho y largo de las piezas determinará tres tipos de suelo: tablillas, tarima y multicapas. El suelo de madera maciza hecho con tablillas, generalmente rectangulares, es el único que responde en sentido estricto al nombre de parquet.

La tarima está hecha de piezas de mayor tamaño, y al igual que las tablillas pueden ser de distintos grosores, con barniz o sin él. En la tarima maciza, las láminas son de una sola capa de madera. En el suelo multicapas, como su nombre indica, las láminas se componen de varias capas. Generalmente, encontramos una base de fibra aislante, una capa intermedia de madera menos noble, y una capa superficial de madera noble y barnizada.

A continuación, podemos distinguir un tipo de suelo que no está fabricado en madera, el suelo laminado o sintético. Este pavimento también se compone de capas: una o dos capas a base de fibras, y una capa de material sintético que normalmente imita en dibujos y texturas a la madera, recubierta con resinas tratadas que la protegen. Es una alternativa a la madera, más económica y muy resistente, una buena opción para lugares de mucho tránsito.

Si nos fijamos en la manera de instalar el suelo, podemos distinguir tres tipos de parqué: el piso encolado, el piso entarimado y el piso flotante. El sistema de encolado es el más sencillo y también el más utilizado. Simplemente consiste en pegar las piezas al suelo con un adhesivo especial. Con este método, si el suelo es de madera y no ha sido barnizado previamente, deberá ser lijado y tratado con dos o tres manos de barniz.

El segundo tipo es el piso entarimado. Se compone de una base de listones de madera sobre los que se van clavando las piezas de parquet. Era el sistema utilizado tradicionalmente, pero ha ido perdiendo fuerza en favor de otros métodos más prácticos. El tercer sistema de instalación es el flotante. Como su nombre indica, las piezas no quedan fijadas al suelo, sino que van fijadas entre sí sobre una capa de espuma de polietileno.

Podemos establecer una última clasificación de tipos de parquet, en función de cómo se unen entre sí las piezas que conforman el suelo. Las tablas pueden fijarse unas a otras con un pegamento especial. También pueden ir clavadas a una base, por lo que no hará falta unirlas entre sí. O pueden ir enganchadas unas a otras por un sistema de ranuras llamado sistema clic, y que es cada vez más utilizado por su comodidad.

Como hemos visto, el nombre genérico de parquet engloba diferentes tipos de suelo de madera o de imitaciones de madera. Encontramos una gran variedad de materiales y diseños, por lo que es recomendable estudiar con atención las distintas opciones disponibles en el mercado antes de decidirnos por la que mejor se adapte a nuestras necesidades, al uso que vayamos a dar al suelo, a nuestras preferencias y, por supuesto, al presupuesto del que dispongamos.